Ana, un ejemplo real de cómo compaginar la comida tradicional con tus momentos Yuït - Yuït

Ana, un ejemplo real de cómo compaginar la comida tradicional con tus momentos Yuït

Soy Ana, estudiante, trabajadora y… ¡adicta a la vida social!

Cada mañana, me levanto para ir a trabajar. Me encanta planear mi agenda semanal combinando mis planes a nivel personal y profesional. Muchas veces, cuando salgo de la oficina, voy directamente a tomar algo o a cenar. Es por ello por lo que, durante el mediodía, no me gusta dedicar mucho tiempo a salir a comer. Si no hago un descanso muy largo, puedo salir antes. Así, me da tiempo a ir al gimnasio y después atender mis planes personales.

 

Me encanta comer. Creo que es uno de los mayores placeres de la vida. Salir a cenar con amigos: uno de los planes más divertidos, y cocinar en familia: la mejora manera de conectar. No reemplazaría esos momentos por nada.

Por estas razones, me gusta combinar ambos aspectos de mi vida: productividad y diversión. ¿Y cómo lo hago? ¡Fácil! Haciendo un balance. La mitad de mi día lo dedico de manera programada, eficiente. La otra mitad me dejo llevar y la disfruto sin límites. Es por todo esto que incluyo Yuït de lunes a viernes.

Easy, me levanto por la mañana, preparo mi bolsita Yuït y voy alternando los productos dependiendo del día de la semana en la que estamos. Lunes y martes, suelo llevar batidos en polvo con mi shaker o ready to drink, y el resto de la semana alterno entre barritas, snacks y batidos. La verdad que me gusta el hecho de poder alternar y elegir qué es lo que quiero comer todos los días. Con todos los sabores y opciones que hay, no me cuesta encontrar variedad y no me parece que sea para nada aburrido.

Lo bueno es que no tomo descansos para comer en la oficina, simplemente preparo mi batido en un par de minutos, o saco las barritas de la mochila en pocos segundos. Mientras realizo tareas, como de manera paulatina. La verdad es que me ahorro mucho tiempo y dinero, porque no tengo que cocinar la noche anterior ni comerme la cabeza para ver cómo me alimento correctamente sin gastarme mucho dinero y restarle tiempo a mi ocio. No voy a ir a un restaurante a sentarme para comer a toda leche y no poder realmente disfrutar.

Los momentos en los que realmente disfruto es cuando acabo el trabajo, utilizo tiempo para mis hobbies y después me voy a pasármelo bien con los colegas. Ahí es cuando nos sentamos a disfrutar de una buena cena sin preocuparnos por nada. Al fin y al cabo, ¿Qué es una cena sin sobremesa?

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